Siempre es duro decirle adiós a alguien. Además es duro cuando ese alguien significó algo en tu vida o en tu formación. Y más aún cuando ese alguien participó en la vida y la formación de tantos ex-alumnos.
El único consuelo es que nosotros creemos que no es un adiós, sino un hasta luego y que él está con Cristo y María preparando un lugar para nosotros.
El Padre Juan Carlomagno partió a la casa del padre el martes 1 de Septiembre de 2020.
Qué grande que lo veíamos al Padre Carlomagno desde el primer día que lo conocimos! Con qué personalidad, seriedad y firmeza en sus dichos nos hablaba, que cada pensamiento o reflexión suya la considerábamos una orden! Con qué paternidad se dirijía a los débiles de carácter o a los supuestos fuertes, que cada palabra o silencio suyo provocaba muchos “meaculpas”, necesarios para la conformación del grupo humano.
Tantas ideas surgen sobre su vida humana social y de fé cristiana que, cada uno de quienes lo conocimos, podremos guardar en nuestro corazón varias enseñanzas que determinaron la conformación de nuestra personalidad y nuestra manera personal de seguir en el Camino de Cristo.
Para el cura Carlomagno, (Charly para muchos, aunque no para mí), cuanto más problemas ocasionaba un adolescente, más se interesaba en él; se presentaba cercano y distante a la vez; otorgando responsabilidades y poniendo límites; arrastrando hacia la confesión e ignorando las presencias chismosas que llegaban a provocar comentarios hirientes. Sólo importaba que cada uno crezca como persona.
Una vida nada fácil, con muchos conflictos a enfrentar, tanto ajenos como propios, con resoluciones inesperadas la mayoría de las veces.
Su amor a Cristo sobresalía sin medida; era lo que le daba fuerzas para cada encuentro personal o de clase de Catequesis. Un hombre del Padre Dios
La personalidad sacerdotal del P. Juan nos deja mucho. Nos enseñó a encaminarnos en la vida de la mano de Cristo. Ahora es su Pascua personal hacia la Casa del Padre desde donde noa seguirá guiando., porque se es sacerdote para siempre mediador entre Dios y los hombres. Agradezco en estos dias a la Providencia por haber conocido al P. Juan y que ahora tenemos un intercesor mas con nosotros!